Tipos de mantenimiento.
El concepto de
mantenimiento designa a aquellas acciones, actividades, que tienen como
finalidad la mantención de un aparato, una maquinaria, un producto,
entre otros, o en su defecto la restauración de alguno de éstos para que
el mismo pueda desplegar su funcionalidad de modo satisfactorio.
Cabe
destacarse que este tipo de actividad es llevada a cabo por individuos
que ostentan una vasta experiencia y un profundo conocimiento respecto
del equipo o máquina que mantienen.
En tanto, el trabajo implicará una serie de acciones que generalmente parten de la inspección del mismo.
En
esta primera fase, el profesional a cargo del mantenimiento realizará
mediciones, comprobaciones, con la misión de hallar el desperfecto del
aparato en el caso que lo halla, o bien para corroborar que la maquina
se encuentra funcionando tal como lo esperado.
En el caso que se
descubra una falla se procederá a su arreglo a través de las técnicas y
acciones que correspondan para que el producto o aparato recupere su
actividad original.
Existen dos tipos de mantenimientos, por un
lado, el mantenimiento de conservación que es aquel a partir del cual se
equilibrará el típico desgaste que provoca el uso prolongado, los
agentes climáticos, entre otros. Y por otra parte el mantenimiento de
actualización que es aquel cuya finalidad es actualizar las nuevas
propuestas tecnológicas, que al momento de la fabricación del aparato no
se tuvieron en cuenta o directamente no existían, pero que en la
actualidad sí son requeridas como esenciales.
Ahora bien, dentro
del mantenimiento de conservación nos encontraremos con dos tipos, el
correctivo que es el que nos ocupa en esta reseña y el llamado
preventivo.
Entonces el mantenimiento correctivo será aquel que se
centra exclusivamente en la corrección de los defectos que se aprecian
en el funcionamiento e instalaciones para a partir de ello repararlos y
devolverle la funcionalidad correcta. Eso si, este tipo puede tener dos
modalidades, una que se conoce como inmediata y que se efectuará de
manera seguida a la observación de la falla con los medios con los
cuales se cuenta; mientras que la diferida, implicará la paralización
del equipo en cuestión para luego llevar a cabo su arreglo.
Y en
el mantenimiento preventivo, como su denominación ya nos lo anticipa, lo
que se realiza es una comprobación que garantice el funcionamiento del
equipo para evitar la sucesión de la falla.
... via Definicion ABC http://www.definicionabc.com/tecnologia/mantenimiento-correctivo.php
Tradicionalmente,
se han distinguido 5 tipos de mantenimiento, que se diferencian entre
sí por el carácter de las tareas que incluyen:
Mantenimiento correctivo
Se denomina mantenimiento correctivo, aquel que corrige los
defectos observados en los equipamientos o instalaciones, es la forma
más básica de mantenimiento y consiste en localizar averías o defectos y
corregirlos o repararlos. Históricamente es el primer concepto de
mantenimiento y el único hasta la Primera Guerra Mundial, dada la
simplicidad de las máquinas, equipamientos e instalaciones de la época.
El mantenimiento era sinónimo de reparar aquello que estaba averiado.
Este mantenimiento que se realiza luego que ocurra una falla o avería
en el equipo que por su naturaleza no pueden planificarse en el tiempo,
presenta costos por reparación y repuestos no presupuestadas, pues
implica el cambio de algunas piezas del equipo
Mantenimiento correctivo no planificado
Es el mantenimiento correctivo de emergencia que debe llevarse a
cabo con la mayor celeridad para evitar que se incrementen costos e
impedir daños materiales y/o humanos.
Si se presenta una avería imprevista, se procederá a reparala en
el menor tiempo posible para que el sistema, equipo o instalación siga
funcionando normalmente sin generar perjuicios; o , se reparará aquello
que por una condición imperativa requiera su arreglo ( en caso que
involucre la seguridad, o por peligro de contaminación, o por la
aplicación de normas, etc.)
El mantenimiento correctivo resulta aplicable en:
- Sistemas complejos, normalmente en componentes electrónicos o en
aquellos donde no es posible prever fallas, y en los procesos que
admiten ser interrumpidos en cualquier momento y durante cualquier
tiempo, sin afectar la seguridad.
- Equipos en funcionamiento que tiene cierta antigüedad. En estos
casos puede suceder que la falla se presente en forma imprevista, y por
lo general en el momento menos oportuno, debido justamente a que el
equipo es exigido por necesidad y se le requiere funcionando a pleno.
Un inconveniente en este tipo de mantenimiento es que debe preverse
un capital inmovilizado y disponible para las piezas y elementos de
repuesto, visto que la adquisición de los mismos puede no ser resuelta
con rapidez, y requiere de una gestión de compra y entrega que no
coincide con los tiempos reales para poner en marcha nuevamente los
equipos en el más corto tiempo posible, con el agravante que puedan ser
piezas discontinuadas, importadas o que ya no se fabriquen más.
Para efectuar el mantenimiento correctivo se designa al personal
calificado para resolver el problema de inmediato y con la mayor
solvencia profesional. Por lo general el personal para este tipo de
mantenimiento se agrupa en cuadrillas.
Mantenimiento correctivo planificado
El mantenimiento correctivo planificado prevé lo que se hará antes
que se produzca el fallo, de manera que cuando se detiene el equipo para
efectuar la reparación, ya se dispone de los repuestos, de los
documentos necesarios y del personal técnico asignado con anterioridad
en una programación de tareas.
Al igual que el anterior, corrige la falla y actúa ante un hecho cierto.
Este tipo de mantenimiento difiere del no planificado en que se evita ese grado de apremio del anterior, porque los trabajos han sido programados con antelación.
Para llevarlo a cabo se programa la detención del equipo, pero
previo a ello, se realiza un listado de tareas a realizar sobre el mismo
y programamos su ejecución en dicha oportunidad, aprovechando para
realizar toda reparación, recambio o ajuste que no sería factible hacer
con el equipo en funcionamiento.
Suele hacerse en los momentos de menor actividad, horas en contra
turno, períodos de baja demanda, durante la noche, en los fines de
semana, períodos de vacaciones, etc.
- Mantenimiento Preventivo:
Es el mantenimiento que tiene por misión mantener un nivel de servicio
determinado en los equipos, programando las intervencions de sus puntos
vulnerables en el momento más oportuno. Suele tener un carácter
sistemático, es decir, se interviene aunque el equipo no haya dado
ningún síntoma de tener un problema.
- Mantenimiento Predictivo:
Es el que persigue conocer e informar permanentemente del estado y
operatividad de las instalaciones mediante el conocimiento de los
valores de determinadas variables, representativas de tal estado y
operatividad. Para aplicar este mantenimiento, es necesario identificar
variables físicas (temperatura, vibración, consumo de energía, etc.)
cuya variación sea indicativa de problemas que puedan estar apareciendo
en el equipo. Es el tipo de mantenimiento más tecnológico, pues requiere
de medios técnicos avanzados, y en ocasiones, de fuertes conocimientos
matemáticos, físicos y/o técnicos.
- Mantenimiento Cero Horas (Overhaul):
Es el conjunto de tareas cuyo objetivo es revisar los equipos a
intervalos programados bien antes de que aparezca ningún fallo, bien
cuando la fiabilidad del equipo ha disminuido apreciablemente de manera
que resulta arriesgado hacer previsiones sobre su capacidad productiva.
Dicha revisión consiste en dejar el equipo a Cero horas de
funcionamiento, es decir, como si el equipo fuera nuevo. En estas
revisiones se sustituyen o se reparan todos los elementos sometidos a
desgaste. Se pretende asegurar, con gran probabilidad un tiempo de buen
funcionamiento fijado de antemano.
- Mantenimiento En Uso:
es el mantenimiento básico de un equipo realizado por los usuarios del
mismo. Consiste en una serie de tareas elementales (tomas de datos,
inspecciones visuales, limpieza, lubricación, reapriete de tornillos)
para las que no es necesario una gran formación, sino tal solo un
entrenamiento breve. Este tipo de mantenimiento es la base del TPM
(Total Productive Maintenance, Mantenimiento Productivo Total).
2. LA DIFICULTAD PARA ENCONTRAR UNA APLICACIÓN PRÁCTICA A LOS TIPOS DE MANTENIMIENTO
Esta división de Tipos de Mantenimiento
presenta el inconveniente de cada equipo necesita una mezcla de cada uno
de esos tipos, de manera que no podemos pensar en aplicar uno solo de
ellos a un equipo en particular.
Así, en un motor determinado nos
ocuparemos de su lubricación (mantenimiento preventivo periódico), si lo
requiere, mediremos sus vibraciones o sus temperaturas (mantenimiento
predictivo), quizás le hagamos una puesta a punto anual (puesta a cero) y
repararemos las averías que vayan surgiendo (mantenimiento correctivo).
La mezcla más idónea de todos estos tipos de mantenimiento nos la
dictarán estrictas razones ligadas al coste de las pérdidas de
producción en una parada de ese equipo, al coste de reparación, al
impacto ambiental, a la seguridad y a la calidad del producto o
servicio, entre otras.
El inconveniente, pues, de la división anterior es que no es capaz de dar una respuesta clara a esta pregunta:
¿Cuál es el mantenimiento que debo aplicar a cada uno de los equipos que componen una planta concreta?
Para dar respuesta a esta pregunta, es
conveniente definir el concepto de Modelo de Mantenimiento. Un Modelo de
Mantenimiento es una mezcla de los anteriores tipos de mantenimiento en
unas proporciones determinadas, y que responde adecuadamente a las
necesidades de un equipo concreto. Podemos pensar que cada equipo
necesitará una mezcla distinta de los diferentes tipos de mantenimiento,
una mezcla determinada de tareas, de manera que los modelos de
mantenimiento posibles serán tantos como equipos puedan existir. Pero
esto no es del todo correcto. Pueden identificarse claramente 4 de estas
mezclas, complementadas con otros dos tipos de tareas adicionales,
según veremos más adelante.
3. MODELOS DE MANTENIMIENTO
Cada uno de los modelos que se exponen a
continuación incluyen varios de los tipos anteriores de mantenimiento,
en la proporción que se indica. Además, todos ellos incluyen dos
actividades: inspecciones visuales y lubricación. Esto es así porque
está demostrado que la realización de estas dos tareas en cualquier
equipo es rentable. Incluso en el modelo más sencillo (Modelo
Correctivo), en el que prácticamente abandonamos el equipo a su suerte y
no nos ocupamos de él hasta que nos se produce una avería, es
conveniente observarlo al menos una vez al mes, y lubricarlo con
productos adecuados a sus características. Las inspecciones visuales
prácticamente no cuestan dinero (estas inspecciones estarán incluidas en
unas gamas en las que tendremos que observar otros equipos cercanos,
por lo que no significará que tengamos que destinar recursos
expresamente para esa función). Esta inspección nos permitirá detectar
averías de manera precoz, y su resolución generalmente será más barata
cuanto antes detectemos el problema. La lubricación siempre es rentable.
Aunque sí representa un coste (lubricante y la mano de obra de
aplicarlo), en general es tan bajo que está sobradamente justificado, ya
que una avería por una falta de lubricación implicará siempre un gasto
mayor que la aplicación del lubricante correspondiente.
Hecha esta puntualización, podemos definir ya los diversos modelos de mantenimiento posibles.
A. Modelo Correctivo
Este modelo es el más básico, e incluye,
además de las inspecciones visuales y la lubricación mencionadas
anteriormente, la reparación de averías que surjan. Es aplicable, como
veremos, a equipos con el más bajo nivel de criticidad, cuyas averías no
suponen ningún problema, ni económico ni técnico. En este tipo de
equipos no es rentable dedicar mayores recursos ni esfuerzos.
B. Modelo Condicional
Incluye las actividades del modelo
anterior, y además, la realización de una serie de pruebas o ensayos,
que condicionarán una actuación posterior. Si tras las pruebas
descubrimos una anomalía, programaremos una intervención; si por el
contrario, todo es correcto, no actuaremos sobre el equipo.
Este modelo de mantenimiento es válido
en aquellos equipos de poco uso, o equipos que a pesar de ser
importantes en el sistema productivo su probabilidad de fallo es baja.
C. Modelo Sistemático
Este modelo incluye un conjunto de
tareas que realizaremos sin importarnos cual es la condición del equipo;
realizaremos, además, algunas mediciones y pruebas para decidir si
realizamos otras tareas de mayor envergadura; y por ultimo, resolveremos
las averías que surjan. Es un modelo de gran aplicación en equipos de
disponibilidad media, de cierta importancia en el sistema productivo y
cuyas averías causan algunos trastornos. Es importante señalar que un
equipo sujeto a un modelo de mantenimiento sistemático no tiene por qué
tener todas sus tareas con una periodicidad fija. Simplemente, un equipo
con este modelo de mantenimiento puede tener tareas sistemáticas, que
se realicen sin importar el tiempo que lleva funcionando o el estado de
los elementos sobre los que se trabaja. Es la principal diferencia con
los dos modelos anteriores, en los que para realizar una tarea debe
presentarse algún síntoma de fallo.
Un ejemplo de equipo sujeto a este
modelo de mantenimiento es un reactor discontinuo, en el que las
materias que deben reaccionar se introducen de una sola vez, tiene lugar
la reacción, y posteriormente se extrae el producto de la reacción,
antes de realizar una nueva carga. Independientemente de que este
reactor esté duplicado o no, cuando está en operación debe ser fiable,
por lo que se justifica realizar una serie de tareas con independencia
de que hayan presentado algún síntoma de fallo.
Otros ejemplos:
- El tren de aterrizaje de un avión
- El motor de un avión
D. Modelo de Mantenimiento de Alta Disponibilidad
Es el modelo más exigente y exhaustivo
de todos. Se aplica en aquellos equipos que bajo ningún concepto pueden
sufrir una avería o un mal funcionamiento. Son equipos a los que se
exige, además, unos niveles de disponibilidad altísimos, por encima del
90%. La razón de un nivel tan alto de disponibilidad es en general el
alto coste en producción que tiene una avería. Con una exigencia tan
alta, no hay tiempo para el mantenimiento que requiera parada del equipo
(correctivo, preventivo sistemático). Para mantener estos equipos es
necesario emplear técnicas de mantenimiento predictivo, que nos permitan
conocer el estado del equipo con él en marcha, y a paradas programadas,
que supondrán una revisión general completa, con una frecuencia
generalmente anual o superior. En esta revisión se sustituyen, en
general, todas aquellas piezas sometidas a desgaste o con probabilidad
de fallo a lo largo del año (piezas con una vida inferior a dos años).
Estas revisiones se preparan con gran antelación, y no tiene porqué ser
exactamente iguales año tras año.
Como quiera que en este modelo no se
incluye el mantenimiento correctivo, es decir, el objetivo que se busca
en este equipo es CERO AVERÍAS, en general no hay tiempo para subsanar
convenientemente las incidencias que ocurren, siendo conveniente en
muchos casos realizar reparaciones rápidas provisionales que permitan
mantener el equipo en marcha hasta la próxima revisión general. Por
tanto, la Puesta a Cero anual debe incluir la resolución de todas
aquellas reparaciones provisionales que hayan tenido que efectuarse a lo
largo del año.
Algunos ejemplos de este modelo de mantenimiento pueden ser los siguientes:
- Turbinas de producción de energía eléctrica.
- Hornos
de elevada temperatura, en los que una intervención supone enfriar y
volver a calentar el horno, con el consiguiente gasto energético y con
las pérdidas de producción que trae asociado.
- Equipos rotativos que trabajan de forma continua.
- Depósitos
reactores o tanques de reacción no duplicados, que sean la base de la
producción y que deban mantenerse en funcionamiento el máximo número de
horas posible.
4. OTRAS CONSIDERACIONES
En el diseño del Plan de Mantenimiento,
deben tenerse en cuenta dos consideraciones muy importantes que afectan a
algunos equipos en particular. En primer lugar, algunos equipos están
sometidos a normativas legales que regulan su mantenimiento, obligando a
que se realicen en ellos determinadas actividades con una periodicidad
establecida.
En segundo lugar, algunas de las
actividades de mantenimiento no podemos realizarlas con el equipo
habitual de mantenimiento (sea propio o contratado) pues se requiere de
conocimientos y/o medios específicos que solo están en manos del
fabricante, distribuidor o de un especialista en el equipo.
Estos dos aspectos deben ser valorados cuando tratamos de determinar el modelo de mantenimiento que debemos aplicar a un equipo.
a. Mantenimiento Legal
Algunos equipos están sometidos a
normativas o a regulaciones por parte de la Administración. Sobre todo,
son equipos que entrañan riesgos para las personas o para el entorno. La
Administración exige la realización de una serie de tareas, pruebas e
inspecciones, e incluso algunas de ellas deben ser realizadas por
empresas debidamente autorizadas para llevarlas a cabo. Estas tareas
deben necesariamente incorporarse al Plan de Mantenimiento del equipo,
sea cual sea el modelo que se decida aplicarle.
Algunos de los equipos sometidos a este tipo de mantenimiento son los siguientes:
- Equipos y aparatos a presión
- Instalaciones de Alta y Media Tensión
- Torres de Refrigeración
- Determinados medios de elevación, de cargas o de personas
- Vehículos
- Instalaciones contraincendios
- Tanques de almacenamiento de determinados productos químicos.
b. Mantenimiento subcontratado a un especialista
Cuando hablamos de un especialista, nos
referimos a un individuo o empresa especializada en un equipo concreto.
El especialista puede ser el fabricante del equipo, el servicio técnico
del importador, o una empresa que se ha especializado en un tipo
concreto de intervenciones. Como hemos dicho, debemos recurrir al
especialista cuando:
- No tenemos conocimientos suficientes
- No tenemos los medios necesarios
Si se dan estas circunstancias, algunas o todas las tareas de mantenimiento deberemos subcontratarlas a empresas especializadas.
El mantenimiento subcontratado a un
especialista es en general la alternativa más cara, pues la empresa que
lo ofrece es consciente de que no compite. Los precios no son precios de
mercado, sino precios de monopolio. Debe tratar de evitarse en la
medida de lo posible, por el encarecimiento y por la dependencia externa
que supone. La forma más razonable de evitarlo consiste en desarrollar
un Plan de Formación que incluya entrenamiento específico en aquellos
equipos de los que no se poseen conocimientos suficientes, adquiriendo
además los medios técnicos necesarios.
El concepto de
mantenimiento designa a aquellas acciones, actividades, que tienen como
finalidad la mantención de un aparato, una maquinaria, un producto,
entre otros, o en su defecto la restauración de alguno de éstos para que
el mismo pueda desplegar su funcionalidad de modo satisfactorio.
Cabe
destacarse que este tipo de actividad es llevada a cabo por individuos
que ostentan una vasta experiencia y un profundo conocimiento respecto
del equipo o máquina que mantienen.
En tanto, el trabajo implicará una serie de acciones que generalmente parten de la inspección del mismo.
En
esta primera fase, el profesional a cargo del mantenimiento realizará
mediciones, comprobaciones, con la misión de hallar el desperfecto del
aparato en el caso que lo halla, o bien para corroborar que la maquina
se encuentra funcionando tal como lo esperado.
En el caso que se
descubra una falla se procederá a su arreglo a través de las técnicas y
acciones que correspondan para que el producto o aparato recupere su
actividad original.
Existen dos tipos de mantenimientos, por un
lado, el mantenimiento de conservación que es aquel a partir del cual se
equilibrará el típico desgaste que provoca el uso prolongado, los
agentes climáticos, entre otros. Y por otra parte el mantenimiento de
actualización que es aquel cuya finalidad es actualizar las nuevas
propuestas tecnológicas, que al momento de la fabricación del aparato no
se tuvieron en cuenta o directamente no existían, pero que en la
actualidad sí son requeridas como esenciales.
Ahora bien, dentro
del mantenimiento de conservación nos encontraremos con dos tipos, el
correctivo que es el que nos ocupa en esta reseña y el llamado
preventivo.
Entonces el mantenimiento correctivo será aquel que se
centra exclusivamente en la corrección de los defectos que se aprecian
en el funcionamiento e instalaciones para a partir de ello repararlos y
devolverle la funcionalidad correcta. Eso si, este tipo puede tener dos
modalidades, una que se conoce como inmediata y que se efectuará de
manera seguida a la observación de la falla con los medios con los
cuales se cuenta; mientras que la diferida, implicará la paralización
del equipo en cuestión para luego llevar a cabo su arreglo.
Y en
el mantenimiento preventivo, como su denominación ya nos lo anticipa, lo
que se realiza es una comprobación que garantice el funcionamiento del
equipo para evitar la sucesión de la falla.
... via Definicion ABC http://www.definicionabc.com/tecnologia/mantenimiento-correctivo.php
El concepto de
mantenimiento designa a aquellas acciones, actividades, que tienen como
finalidad la mantención de un aparato, una maquinaria, un producto,
entre otros, o en su defecto la restauración de alguno de éstos para que
el mismo pueda desplegar su funcionalidad de modo satisfactorio.
Cabe
destacarse que este tipo de actividad es llevada a cabo por individuos
que ostentan una vasta experiencia y un profundo conocimiento respecto
del equipo o máquina que mantienen.
En tanto, el trabajo implicará una serie de acciones que generalmente parten de la inspección del mismo.
En
esta primera fase, el profesional a cargo del mantenimiento realizará
mediciones, comprobaciones, con la misión de hallar el desperfecto del
aparato en el caso que lo halla, o bien para corroborar que la maquina
se encuentra funcionando tal como lo esperado.
En el caso que se
descubra una falla se procederá a su arreglo a través de las técnicas y
acciones que correspondan para que el producto o aparato recupere su
actividad original.
Existen dos tipos de mantenimientos, por un
lado, el mantenimiento de conservación que es aquel a partir del cual se
equilibrará el típico desgaste que provoca el uso prolongado, los
agentes climáticos, entre otros. Y por otra parte el mantenimiento de
actualización que es aquel cuya finalidad es actualizar las nuevas
propuestas tecnológicas, que al momento de la fabricación del aparato no
se tuvieron en cuenta o directamente no existían, pero que en la
actualidad sí son requeridas como esenciales.
Ahora bien, dentro
del mantenimiento de conservación nos encontraremos con dos tipos, el
correctivo que es el que nos ocupa en esta reseña y el llamado
preventivo.
Entonces el mantenimiento correctivo será aquel que se
centra exclusivamente en la corrección de los defectos que se aprecian
en el funcionamiento e instalaciones para a partir de ello repararlos y
devolverle la funcionalidad correcta. Eso si, este tipo puede tener dos
modalidades, una que se conoce como inmediata y que se efectuará de
manera seguida a la observación de la falla con los medios con los
cuales se cuenta; mientras que la diferida, implicará la paralización
del equipo en cuestión para luego llevar a cabo su arreglo.
Y en
el mantenimiento preventivo, como su denominación ya nos lo anticipa, lo
que se realiza es una comprobación que garantice el funcionamiento del
equipo para evitar la sucesión de la falla.
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El concepto de
mantenimiento designa a aquellas acciones, actividades, que tienen como
finalidad la mantención de un aparato, una maquinaria, un producto,
entre otros, o en su defecto la restauración de alguno de éstos para que
el mismo pueda desplegar su funcionalidad de modo satisfactorio.
Cabe
destacarse que este tipo de actividad es llevada a cabo por individuos
que ostentan una vasta experiencia y un profundo conocimiento respecto
del equipo o máquina que mantienen.
En tanto, el trabajo implicará una serie de acciones que generalmente parten de la inspección del mismo.
En
esta primera fase, el profesional a cargo del mantenimiento realizará
mediciones, comprobaciones, con la misión de hallar el desperfecto del
aparato en el caso que lo halla, o bien para corroborar que la maquina
se encuentra funcionando tal como lo esperado.
En el caso que se
descubra una falla se procederá a su arreglo a través de las técnicas y
acciones que correspondan para que el producto o aparato recupere su
actividad original.
Existen dos tipos de mantenimientos, por un
lado, el mantenimiento de conservación que es aquel a partir del cual se
equilibrará el típico desgaste que provoca el uso prolongado, los
agentes climáticos, entre otros. Y por otra parte el mantenimiento de
actualización que es aquel cuya finalidad es actualizar las nuevas
propuestas tecnológicas, que al momento de la fabricación del aparato no
se tuvieron en cuenta o directamente no existían, pero que en la
actualidad sí son requeridas como esenciales.
Ahora bien, dentro
del mantenimiento de conservación nos encontraremos con dos tipos, el
correctivo que es el que nos ocupa en esta reseña y el llamado
preventivo.
Entonces el mantenimiento correctivo será aquel que se
centra exclusivamente en la corrección de los defectos que se aprecian
en el funcionamiento e instalaciones para a partir de ello repararlos y
devolverle la funcionalidad correcta. Eso si, este tipo puede tener dos
modalidades, una que se conoce como inmediata y que se efectuará de
manera seguida a la observación de la falla con los medios con los
cuales se cuenta; mientras que la diferida, implicará la paralización
del equipo en cuestión para luego llevar a cabo su arreglo.
Y en
el mantenimiento preventivo, como su denominación ya nos lo anticipa, lo
que se realiza es una comprobación que garantice el funcionamiento del
equipo para evitar la sucesión de la falla.
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El concepto de
mantenimiento designa a aquellas acciones, actividades, que tienen como
finalidad la mantención de un aparato, una maquinaria, un producto,
entre otros, o en su defecto la restauración de alguno de éstos para que
el mismo pueda desplegar su funcionalidad de modo satisfactorio.
Cabe
destacarse que este tipo de actividad es llevada a cabo por individuos
que ostentan una vasta experiencia y un profundo conocimiento respecto
del equipo o máquina que mantienen.
En tanto, el trabajo implicará una serie de acciones que generalmente parten de la inspección del mismo.
En
esta primera fase, el profesional a cargo del mantenimiento realizará
mediciones, comprobaciones, con la misión de hallar el desperfecto del
aparato en el caso que lo halla, o bien para corroborar que la maquina
se encuentra funcionando tal como lo esperado.
En el caso que se
descubra una falla se procederá a su arreglo a través de las técnicas y
acciones que correspondan para que el producto o aparato recupere su
actividad original.
Existen dos tipos de mantenimientos, por un
lado, el mantenimiento de conservación que es aquel a partir del cual se
equilibrará el típico desgaste que provoca el uso prolongado, los
agentes climáticos, entre otros. Y por otra parte el mantenimiento de
actualización que es aquel cuya finalidad es actualizar las nuevas
propuestas tecnológicas, que al momento de la fabricación del aparato no
se tuvieron en cuenta o directamente no existían, pero que en la
actualidad sí son requeridas como esenciales.
Ahora bien, dentro
del mantenimiento de conservación nos encontraremos con dos tipos, el
correctivo que es el que nos ocupa en esta reseña y el llamado
preventivo.
Entonces el mantenimiento correctivo será aquel que se
centra exclusivamente en la corrección de los defectos que se aprecian
en el funcionamiento e instalaciones para a partir de ello repararlos y
devolverle la funcionalidad correcta. Eso si, este tipo puede tener dos
modalidades, una que se conoce como inmediata y que se efectuará de
manera seguida a la observación de la falla con los medios con los
cuales se cuenta; mientras que la diferida, implicará la paralización
del equipo en cuestión para luego llevar a cabo su arreglo.
Y en
el mantenimiento preventivo, como su denominación ya nos lo anticipa, lo
que se realiza es una comprobación que garantice el funcionamiento del
equipo para evitar la sucesión de la falla.
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